martes, 6 de diciembre de 2011

Ecos II: Raymundo Gleyzer

Continuando con el segmento Ecos, el cual pretende rescatar distintas figuras artísticas relegadas u olvidadas por el canon actual, rescatamos la figura del cineasta y revolucionario argentino Raymundo Gleyzer.

Raymundo Gleyzer, un imprescindible
por Vera Quiroga*

A sus ojos claros siempre les incomodaron las injusticias de este mundo y por eso nunca eligió cerrarlos. Raymundo fue un militante comprometido profundamente con la causa del pueblo. No pretendemos enaltecer su figura como inalcanzable, él como muchos otros luchó por cambiar esta sociedad desde lo que tenía a su alcance, en este caso: una cámara y su sed de transformación. Esto no lo hace inalcanzable pero sí, como nos recuerda Bertold Bretch, imprescindible[1].

Raymundo Gleyzer, no solo un nombre.
Pretendemos volver a Raymundo desde la viva práctica. Su obra como cineasta es inconcebible si no enfocamos nuestras lentes en el proceso integral de cambios que se vivían en la Argentina y en el mundo entero. Por eso no sólo reivindicamos sus películas, un legado importantísimo para la clase que lucha y una herramienta que hoy en día sigue despertando esas mariposas en la panza que te enamoran con la causa de los pueblos. Lo reivindicamos también en su praxis artística, en su método, los por qué, los para quiénes y los cómos que Raymundo se fue preguntando y llevaba bien claro junto a su corazón. Desde esta perspectiva volvemos hacia él. Vivo e indomesticable.

Cine como militancia y la cámara como un arma de contrainformación.
“Cuando sostenemos la posición de que el cine es un arma, muchos compañeros nos responden que la cámara no es un fusil, que esto es una confusión, etc. Ahora bien, está claro para nosotros que el cine es un arma de contrainformación, no un arma de tipo militar.”[2] En estas palabras pueden encontrarse una de las claves para empezar a comprender su praxis. El trabajo de su arte y de su cámara estaban con el pueblo. Las discusiones estéticas e intelectuales le importaban, pero siempre focalizadas y proyectadas hacia un proyecto político concreto. El cine debía ser apropiado por los sectores populares, apropiado en el momento de la producción, en el momento de construcción de salas, en el momento de proyección. Pero para eso se debía revolucionar toda una forma de pensar y hacer cine con “una cámara que no robe imágenes sino que se instale en el núcleo interno del conflicto”. El diálogo era con los trabajadores, y el mensaje tenia que partir de ellos y hacia ellos. Desde su concepción estética: “Una película, por más revolucionaria que se pretenda ya sea en su búsqueda experimental o clásica, no tendrá el efecto buscado si queda aislada de la gente. Por eso hay que llevarle el cine a la gente, es imprescindible”. Y así fue que en sus películas los relatos partieron de experiencias concretas; de narraciones en las fábricas tomadas; de historias que desenmascaraban a los cómplices de los poderosos; de palabras a boca de pueblo que realzaban su fuerza y predisposición por superar esta vida alienante y poco humana. Esta revolución en las cintas cinematográficas rompía con la vocación autosuficiente e individual que muchos artistas presentaban, corriendo el eje de importancia hacía el como firmarlo, centrando su trabajo en la idea de construcción colectiva. Nadie mejor que un trabajador para contar las atrocidades y atropellos sentidos por la burocracia sindical; Nadie mejor que el pueblo para contar sus experiencias de organización; Nadie mejor que los protagonistas para hacer escuchar esas voces silenciadas. Reivindicamos a Raymundo desde muchos aspectos de su vida, pero es en esta concepción de construcción colectiva que nuestras prácticas se entrecruzan. Como Movimiento Cultural nos parece importantísimo emprender espacios de creación colectivos donde todxs y cada uno de nosotrxs podamos apropiarnos de nuestro trabajo y de nuestros espacios en ámbitos donde prime la solidaridad y el compañerismo.
Fue acusado de simplista, pero no importaba, el fruto de su trabajo era mucho más bello y motivador que la aceptación de una elite artística. La claridad de su mensaje no condicionaba la belleza artística de su obra. Basta con poner uno de sus cortos y averiguarlo.
Las películas empezaron a nacer, sus cintas reveladoras estaban ansiosas por ser proyectadas pero sus espectadores no contaban con salas concretas donde reproducirlas. Las películas que hacían no iban a ser reproducidas en los cines oficiales. Había que construir salas. Este nuevo desafío se les impuso como tarea al grupo del “cine de la base” (uno de los principales nucleamientos de cine político en el que Raymundo participaba). Y fue así que en un mismo movimiento, los cines empezaron a ser construidos, las películas a ser filmadas, el pueblo a organizarse y el sueño por un mundo mejor a hacerse cada vez más real y concreto.

“Si no existe la organización, las ideas, después del primer momento de impulso, van perdiendo eficacia.”[3]

Retomamos al Che por lo vigente de su frase en la vida de Raymundo Gleyzer. Desde su temprana militancia supo que la organización de las ideas, prácticas y del arte es un paso indispensable para lograr en la efectividad de las mismas la unión del pueblo. Es por eso que se incorpora al PRT (Partido Revolucionario de los Trabajadores) en la década del 70.
El trabajo artístico realizado estaba centrado en que el pueblo tome consciencia de que debe ser el protagonista de su propia historia y para eso era necesario acabar con todas las dictaduras y falsas democracias que durante esa época azotaban a la Argentina y a Latinoamérica entera. La organización era esencial para el triunfo de los pueblos. Retomando al Che Guevara y en conjunto con otros militantes se organizaron en el grupo insurgente “cine de la base”. En el marco de esta organización político cultural se desarrolló gran parte de la obra de Raymundo convirtiéndose en la referencia cinematográfica crítica del momento. Sus Films siguen siendo hoy vigentes. Podemos tranquilamente sentarnos a mirar “los Traidores” y sentir el gusto amargo de las actuales burócratas sindicales como Pedraza y Moyano que asesinan y persiguen a los trabajadores siempre bajo la complicidad de las patronales.
Un 27 de mayo de 1976 fue secuestrado por la última dictadura argentina pero sus ideas quedaron vivas y florecen en nuestras experiencias como la de muchos otros compañeros que lo reivindican, ideas de construcción de otro tipo de sociedad que rompa con las opresiones que hoy en día vivimos; ideas de una sociedad donde los hombres y mujeres se relacionen de manera humana.

Lo que nos deja...
Sus aportes exceden el universo cinematográfico, y acá no solo cabe hablar por Raymundo, la dignidad humana con la que todas las expresiones organizativas se dieron, nos dan ejemplo de que el egoísmo y las mezquindades que vivimos en esta sociedad son producto histórico, parten de un sistema que nos condiciona, un sistema podrido y no están en esencia en el pueblo. Para terminar con estas opresiones es preciso organizarnos en todos los ámbitos, nosotros desde la cultura remarcamos la importancia de trabajar en proyectos independientes que rompan con el sentido común, así como Raymundo sumaba desde sus películas esclarecedoras, pretendemos impulsar espacios de debate y creación como obras de teatro; revistas culturales; actividades en centros culturales; intervenciones artísticas; talleres barriales; radios abiertas; actividades conmemorativas; jornadas de salud, educación, comunicación y muchas cosas más que nos permitan autoorganizarnos desde la cultura critica por la construcción de poder popular.

* Redactora de Mamushcka

[1] "Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero los hay que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles."
[2] En un diálogo que tuvo Raymundo Gleyzer con el director de cine cubano Tomas Gutierrez Alea. Cuba 1970.
[3] Discurso del Che Guevara en el segundo aniversario de la integración de las organizaciones juveniles revolucionarias, 20 de octubre de 1962.





viernes, 2 de diciembre de 2011

viernes, 25 de noviembre de 2011

TESTIMONIOS AL AZAR - Serie I


Como es costumbre subimos algunos escritos de integrantes de Acción Artística. Estos textos, a diferencia de los que integran la antología No hay hogar como el hogar, no fueron elaborados con eje definido sino que Andrea y Olivia escribieron su testimonios libremente. Sin dilatar más la cuestión los dejamos con los textos. 

  
Vagón U-3724
Línea Roca
Constitución-La Plata.

No señora,
No señor, ustedes no me ven con cara rara… ellos me ven con cara rara.
Usted no me margina… usted por mas que me mire de esa manera… yo sé que no es usted… son ellos.
Los me asignaron un lugar donde vivir.
Usted no me vió (quizás nunca me va a ver)… pero escuchó hablar de mi cuando miraba a su hijo, o cuando se peinaba para salir.
Piensa de vez en cuando, “pobre gente, mucho frió para un par de diarios”.
Piensa también que no quiero trabajar.
No lo culpo, no es usted. Repito: no es usted, son ellos.
Los que me dan este olor. Asqueroso presiento, porque cada vez que paso a su lado se tapa con su bufanda. No la culpo señora, señor. Yo ya ni lo siento, y se imagina que con este frío y sin un techo donde caer muerto bañarse resulta un tanto incómodo, vio’.
Sé que estoy pidiéndole una moneda o lo que le sobró como vuelto… pero no es lo que quise ser de pibe… “wing izquierdo” a los 11, abogado como los de la tele a los 14. Esas puertas me las cerraron, no usted ni su compañero de trabajo… sino ellos.
Yo no le importo, y lo entiendo, ¿quién quiere escuchar lo que uno es? Prefiere seguir hablando con su marido o hija… no la culpo, ojala yo pudiera hacer lo mismo.
Su barba es casi como la mía, nada más que los baños de la estación no tienen espejos… por seguridad vio’… estos días están jodidos… pero no es por nosotros… Ya no hace falta decir de quién es la culpa, ¿no?
Espero que no haya sido una molestia (aunque seguramente no la dejé escuchar cómo su novio le decía “te amo” por teléfono). Parece un griterío o puro teatro, yo no lo quise de esta manera… usted me mira como por obligación de su cabeza, y no me gusta. Mire para otro lado si quiere… cuando salga de este tren me va a ver en casi cualquier esquina o estación. Probablemente esté haciendo lo mismo, o este laburando, o estudiando…
Pero más allá de la moneda, quería su atención…quiero que entienda que yo soy usted. Le agradezco por haberme dejado relatar SU historia.
Que tenga un buen día.
Andrea Minimal
Artistas en HLI
Ha transformar
A las 11, “wing izquierdo”.
A los pocos meses, cartonero.

Andrea Minimal

Una realidad difícil de (querer) leer
Yquee l fr í o,Y d   espués el calor. Q ue la hume dady el vi ento f u er t e.E s mic otid iano. Queelbar ro,  l o que se inund a, las zan jas, laluz, elga s (garra fao fu ego ene l c omed or), elag ua, mite cho, la l lu vi a, los ap a go n  es, los chis paz o s,lo sp unteros, el hambre, elóxido de mi techo,la b a sur a, el o lor, l as pie dr as  cua   do a ndo desc a lzo,  la go t er a .Esm ico tidia n o.
Andrea Minimal


I
Uno dos tres agujazos del reloj. La alarma. Los mismos 56 agujeros en la chapa. El piso frio. Un pie, el otro pie, los dos pies. Brazo derecho, brazo izquierdo ambos en el aire intentando arañar el techo. Un largo bostezo que nace desde mi estomago y pasea por todo mi cuerpo.  Mis ojos siempre con lagañas. Mi mano que las corre, el agua que las borra. La bocina del tren, ya son más de las cinco. El sonido derivado de la muerte de aquella gota de lluvia que segundos antes de ser cadáver, tenía tres veces el tamaño con el que partió. A riesgo de quedar sola, sus vecinas la acompañan. Un Plaf  tres segundos otro plaf tres segundos otro plaf.  El balde conteniendo sus restos. El pantalón, las herramientas, un beso en el hombro de Agustina que ahora se estira resoplando sobre mi lado de la cama.  Una zapatilla gastada, otra zapatilla gastada que esconde una piedra debajo de la plantilla. La puerta. El sonido del tren que pasa a ser un simple latido. Siempre el mismo esquive antes de llegar a la esquina. Las bolsas que el camión no se llevo, el coche estacionado en la vereda, el sorete del perro. La parada vacia. El bondi que salpica. El uno diez de siempre. Una persona que pide a timbres bajar en la esquina siguiente. Unos cuantos semáforos más tarde, y la puerta me escupe a las escaleras de la estación.  La actuación de una corrida (tengo monedas para volver) y acto seguido tengo un pie en el estribo.  Las diez cuadras a la fábrica, la bici de Fernando en el poste de siempre, el grito y el brazo de Jorge, bien alto en el cielo. Que no puedo hacer horas extras, que cumpleaños la gorda, que no me olvide del regalo, que prometo que la semana que viene. Un mate,  el botón amarillo para comenzar.  Dos visitas al baño, que hoy puedo un sanguche de milanesa, sin tomate por favor. Una hora que se hacen dos que se hacen seis que se hacen ocho. El poste de siempre ahora queda vacio. Un kiosco no me regala la muñeca para Martina. Diez cuadras en quince minutos. Un cuerpo mas en un vagón apestado mientras las nubes comienzan  a crispar otra vez. El grito de un gordo y transpirado inspector pidiendo el boleto hacia Lanus que nunca saque. Una siesta interrumpida,  los pies sobre el anden. Una parada atestada, un colectivo que transpira cansancio. Un timbre que habla por mi, y un pie, dos pies en el barro. Le gustara la muñeca? A los ocho siguen jugando con eso? Seguro esta la vieja en casa, menos mal que paro la lluvia. Una luz que se desprende de una ventana, la misma puerta de madera. Hola compañeros, perdón por la demora, como es el temario? Luchando frente a la rutina de siempre, con los goterones de siempre.
Olivia Duatra
Artista en HLI


II
Risas humo negro risas gritos un eructo camuflado entre palabras más risas su mirada mi mirada. Un instante. Centímetros que se hacen metros que se hacen eternos. Gritos humo blanco  ardor más ardor un estallido de lágrimas. Un pájaro despega, otro lo sigue. Mis ojos se cierran, fuertes hasta ver los corpúsculos luminosos que siempre me entretuvieron de chico. Mi cabeza chorreando de agua que es sangre que es agua que se hace sangre. Un tirón de brazo, un grito clavado en medio de la frente. El relampagueo  de mis zapatillas. El estruendo de sus botas.  Hijos de puta bailando a merced del pueblo. Silencio. Pulsión.
Olivia Duatra

miércoles, 9 de noviembre de 2011

TERRITORIO


El problema de la tierra y la  vivienda es una realidad que nos esta atravesando como país, así lo atestiguan los acontecimientos del Parque Indoamericano en Buenos Aires, donde 17 mil personas ocuparon un terreno; los reclamos en las rutas del Chaco de la organización  
Toba Qompi; las tomas de tierras en Tucumán, el acampe de los Qom, y las 700 familias en Jujuy que ocuparon un predio en Libertador Gral. San Martín, son solo de algunos de los episodios que han tenido lugar durante el último año.
Frente a este reclamo la única respuesta de los responsables que recibieron esas familias, sin una vivienda digna para vivir, fue siempre la misma: la censura, el silenciamiento, la represión  y la persecución.
Nosotros no podemos no escuchar ni ver esos reclamos, nos negamos acostumbrarnos a que la gente viva en la calle; nos negamos aceptar que se la ignore y golpe solo por pedir un techo para vivir dignamente. Por eso, desde la escritura queremos acercanos a esta problemática, pero no solo quedándonos en la esfera del arte sino también saliendo marchar junto con cada una de esas personas y familias que reclaman por un hogar.

NO HAY HOGAR COMO EL HOGAR

“La tierra es nuestra vida”
Lema Qom

I

El olor a esencia de jazmín lo tranquiliza. Palpa y siente la sábana de algodón, suave y tibia alrededor de su cuerpo, protegiendo ese sueño un poco agitado. Abre apenas los ojos y divisa dolorosamente los primeros rayos de sol en la habitación que se reluce en su blancura. Sonríe y se acurruca. Vuelve a inspirar profundamente para sentir el aroma a jazmín llegar a sus tripas.  Se emociona, el vértigo que le produce poder llevar tan lejos su somnolencia es estremecedor. Vuelve a sonreír, le fascina la perfecta recreación de aquel grueso colchón, de las sábanas limpias, del aire tan puro. Su divague lo divierte, la tenue sonrisa  es potencial de carcajada, el inmenso regocijo lo hace temblar y se le contrae el cuerpo; se ríe de sí mismo, de su ingenuidad lastimosa. Se revuelca y se ensucia. El polvillo se dispersa y lo hace toser, le duele la espalda. Una vez más se despierta congelado. La bolsa que cubría la ventana se había volado, el viento lo despertó.  
 Roberta Alba

II

Mi boca grita por un cigarrillo. Pie derecho en el aire, el traslado de peso hacia ese mismo pie. Comienza el caminar. Esquivar un pozo, la baldosa floja que se desquita con mi pantalón. Una leve torsión del cuello hacia la izquierda, ahora hacia la derecha, el colectivo está lejos. Lo que alguna vez fue una esquina, hoy son cascotes  pisoteados por uno, dos, 218 camiones. El bolsillo me devuelve el rostro un Mitre más arrugado que de costumbre, y a medida que mi mano recolecta las monedas, mi caminar va perdiendo su sonoridad.  Un kiosco que contiene una reja que contiene a un pibe al cual todavía le falta cumplir cuatro horas de encierro, para luego salir corriendo a escuchar a un tipo viejo hablar sobre como Napoleón hacia de las suyas en una Europa que no es la Europa de ahora.  Sobre la pared del mismo kiosco, la publicidad de una gaseosa que concede felicidad. Un vuelto que vale un caramelo que ahora se pega en mis dientes. Mis zapatillas que caminan por mí. Atrás el pibe, atrás el cartel, atrás las huellas de los ahora 219 camiones. Mi pulgar y la rueda del encendedor. Mi pulgar y la rueda del encendedor otra vez, y la llama aparece. Cierro los ojos, es la primera seca. Mis zapatillas se detienen frente al escalón.  El mismo mármol frío, pero parece haber cedido, encogiéndose unos centímetros. Como si no pudiese contener nuevamente mi tamaño. Una voz que acompaña un cuerpo pide permiso, acompañado de un baile improvisado, y me esquiva. Pisa mi cama, y con llave en mano atraviesa la puerta del edificio.

Olivia Duatra

III

APREHENDIENDO

Que dos por dos es cuatro. Que mi mamá me ama y que la vaca come pasto verde. Que si no fuese por La Pinta, Santa María y La Niña, todavía estaríamos con taparrabos hablando en un idioma inentendible. Que un caballo puede cruzar Los Andes y que el aceite caliente es la mejor defensa contra unos hombres que hablaban en algunos Yes y unos cuantos Hello.  Que las nenas son rosas y usan siempre pollera, y que los nenes son celestes, siempre con los pantalones bien puestos. Que los perros son enemigos de los gatos. Que los gatos comen ratones y que los ratones solo comen queso. Que las casas son siempre de dos pisos,  con muchas ventanas y con una chimenea que siempre esta prendida, a pesar de que el día esta con unas esponjosas nubes que apenas tapan a ese  sol que siempre está feliz. Que siempre esta hay cerca un árbol lleno de hojas verdes y que sus manzanas son siempre rojas. Que siempre hay flores de diferentes colores sobre el pasto verde y que siempre siempre siempre es así. 

¿Siempre?

Un perro flaco entra sin pedir permiso en la casa que no es de dos pisos, que no tiene muchas ventanas, pero siempre que llueve se llena de agua. El sol acá no está feliz y de esta casa no se desprende ese humo que siempre se asemeja a las nubes. El árbol no da manzanas, el pasto no es pasto sino que siempre es tierra. El aceite se usa para cocinar algunos fideos, el caballo siempre tira del carrito. Dos por dos sigue siendo cuatro, mi mamá me sigue amando, y comemos asado siempre que ninguno de mis hermanitos se enferme. Siempre.
Olivia Duatra


IV

Yo tengo una casita que es así y así (algunos ladrillos, maderas de diferentes tamaños y  techo de chapa), y por la chimenea sale el humo así y así (El calor que desprenda la garrafa), para entrar hay que golpear así y así (Cinco aplausos y me asomo por cortina) y lustrarse los zapatos así, así y así (La escoba destinada a juntar lo que ayer fue barro y hoy es tierra seca).
Olivia Duatra

V
LÍNEAS

1.
Lluvia: recordatorio de que la ambulancia al barrio no entra.

2.
Un pibe que se bautiza, es aquel que cae en la zanja por primera vez.
Andrea Minimal

sábado, 29 de octubre de 2011

ECOS I: Roberto Jorge Santoro


Bienvenidos a ECOS la primera sección que inauguramos dentro del blog de Acción Artística. En esta sección intentaremos recuperar tradiciones y experiencias “olvidadas” en los libros de arte y en las galerías del museo. Nuestra intención no es transpolar hechos del pasado al presente de manera acrítica, sino que pretendemos establecer un diálogo con el pasado, para apropiarnos de esos recuerdos, de esas voces, de esas ideas, de esos gestos y de esas acciones para así recrearlas y resignificarlas hoy.
Dentro de este marco, es que queremos presentar hoy a Roberto Jorge Santoro.
 
“Roberto Santoro: Sangre grupo A, factor RH negativos, 34 años, una hija, 12 hs. Diarias a la búsqueda absurda, castradora, inhumanda, del sueldo que no alcanza. Dos empleos. Vivo en una pieza. Hijo de obreros, tengo conciencia de clase. Rechazo ser travesti del sistema, esa podría máquina social que hace que un hombre deje ser un hombre, obligándolo a tener un despertador en el culo, in infarto en el cuore, una boleta de prode en la cabeza y un candado en la boca. ”

Así se describía Roberto Santoro en una entrevista en 1973 cuatro años antes de ser secuestrado por la dictadura militar. Así se sentía este trabajador de la cultura que durante su corta pero intensa vida siguió a modo de ley lo que expreso en unos hermosos versos: “Si mi poesía no ayuda a cambiar la sociedad/ no sirve para nada.”
Partiendo de esta declaración jurada es que vivió y produjo las más hermosas y comprometidas poesías, e integrándose orgánicamente al Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) logro canalizar su trabajo cultural en un proyecto político que lucha por una transformación radical de la sociedad.

"Hay poetas y poetas. Hay compromisos y casamientos, reformas y revoluciones. Hay quién está comprometido con la literatura, o con la belleza o con las formas de la métrica. Pero solo con ellas. Hay también otros que conociendo la necesidad de profundizar en el nada fácil oficio de la palabra, comprometen su vida, tratando de sumar a las luchas del pueblo una palabra caliente, que se necesita, que sirve, que sea revolucionaria.
 
Ante el terror, ante el fascismo, la escalada represiva, el infundio a combatientes, la mentira, el hambre, la mortalidad infantil, la desocupación y demás pequeñeces a que nos tienen acostumbrados, se hace necesario tomar definitiva conciencia de que: o todo para cambiar la sociedad, o todo para nada."

(Declaración de 13/2/74)

Sin estancarse en un género, su obra literaria recorre el surrealismo, la literatura social, el costumbrismo y hasta el existencialismo, pero ante todo dio una vital importancia al grupo Barrilete con el cual llego a trascender las formas típicas de una revista dándole un lugar destacado al tango, la poesía y la denuncia con la situación del país (Informe de Trelew es prueba de ello). Su literatura es pueblo, y torna inútil el intento de analizar dónde empieza su arte y dónde su militancia, porque su obra no existe tal separación. Sus palabras mantienen en jaque constantemente al sentido común, se burla de él, y en cada párrafo uno logra ver algún gesto de ese futuro hoy, entre muchos, estamos construyendo.
Santoro tenía la conciencia armada para no usar solamente la lengua y es así como nosotros hoy queremos recordarlo, como aquel poeta comprometido que defendió sus ideas hasta con el cuerpo, como ese día en e1976 cuando Robeto Patiño (miembro del grupo Barrillete) le dijo: "Toto..Nos van matar, ya mataron a Conti a Oscar Barros, a poetas (...) no hay defensa ¿con qué les vas a tirar cuando vengan, con un libro?" Santoro le respondió: "Mi lugar de lucha está acá." 


SELECCIÓN DE POESÍAS 
DE PEDRADAS CON MI PATRIA

Verbo irregular

yo amo
tú escribes
él sueña
nosotros vivimos
vosotros cantáis
ellos matan

Pedradas con mi patria (1964) 

Calcomonía

sonríe
dios te ama
disimula
el comisario vigila

Pedradas con mi patria (1964)

Teoría y práctica

Hacer lo que dices
Decir lo que haces

Pedradas con mi patria 

I

en esta tierra grande
de tanto golpe grande
de tanto odio grande
de tanta basura
de tanta locura
en esta tierra grande

en esta tierra llena
de tanta entrega llena
de tanto lema llena
de tanto escarnio
de tanto daño
en esta tierra llena

en esta tierra herida
de tanta culpa herida
de tanta sombra herida
de tanta astucia
de tanta angustia
en esta tierra herida

en esta tierra sola
de tanto molde sola
de tanta sangre sola
de tanta estrofa
de tanta mofa
en esta tierra sola

en esta tierra rota
de tanto grito rota
de tanto rito rota
de tanta bota
de tanto idiota
en esta tierra rota

III

hablando con honradez
humanamente hablando
algo anda mal
tranvía de mi corazón parado en la mitad del pecho

es preciso investigar
dar en el clavo
martillo poesía
proceder con primaveras

es preciso desabrochar la mano
desnudarla en la calle
entrar derribando la puerta de los hombres
segundo piso a la izquierda
expediente número ternura

llamado urgente
arrinconar la muerte con un beso
y no despertar sospechas
un asunto muy serio se subió a mi ventana

VI

mi patria está viva cuando escribo
se sale por el lápiz
invade mi camisa
muchacha
inventemos el amor con lo que queda
es necesario buscar
no perder tiempo

mi patria tiene forma de poema
hay que llevarla crucificada al hueso
ayudarla a salir
amarla y desamarla

entonces algo pasa
se cortó el hilo de repente
mi patria es joven como yo
tiene sus dudas

IX

los generales con los testículos plastificados
y los empleados copulando adentro de un cesto de papeles
y la gente que llora cuando se muere un arzobispo
y las mujeres desnudas arriba de los colectivos
y los estudiantes sietemesinos
y los políticos con diarreas de verano
y los funcionarios que no tienen calzoncillos
y los economistas fabricantes de inodoros
y los leprosos amantes de los secretarios
y los burócratas con derrames infecciosos
y los futbolistas atropellando con sus coches a los jubilados
y los presidentes comprando materia fecal en los remates

esto han hecho de ti
por eso yo arrojo mis pedradas 


Pedradas con mi patria (1964)


miércoles, 19 de octubre de 2011

¡Mariano Ferreyra Presente!


Se cumple un año del asesinato de Mariano Ferreyra en manos de las patotas sindicales. Por eso desde Acción Artística queremos recordarlo:



UNO
Otro disparo y ya no es solamente un buen
compañero. Se tiñe de oscuro el viento espeso
que acompaña el dolor que se ala con la forma
de la verdad... esta todo muy claro.
Es un momento de verdad. Él ahora es los gritos
de la clase y de ella haciéndose de
la historia.


Queda un cuerpo coronado de gritos desgastados de
compañeros que poco entienden entre el tumulto...
Que pasa todo rápido, y mira si este pibe no despierta.
Le tocan la cara y miran asustados a la impunidad,
la palpan sufriendo con la fuerza de la venganza.
Y es por eso un momento de verdad. Donde
no hay concesiones, no hay promesas que ya se saben
truncas, ahora vemos la cara dominante en otro compañero
caído. Esta es su verdad.


                                                                   Jerónimo

DOS
Que no descuides el colegio. Que no llegues tarde. Que si comiste. Que hace cuanto que no llamas a tu abuela. Que hace cuanto que estás leyendo ese libro. Que no te olvides que tenés previa física. Que hace cuanto que no jugas a la pelota. Que hace cuanto que no ves a tus amigos. Que hace cuanto que conoces a esta gente. Que hace cuanto que empezaste ese otro libro. Que hace cuanto que no pasas un domingo en familia.
Un golpe. Un quiebre. Todo sigue en pie.
Que no sirve de nada. Que te vas a dar la cabeza contra la pared. Que yo pase por lo mismo. Que es porque estas en tus veinte. Que sentí lo que vos sentías. Que te vas a arrepentir. Que es imposible.
Otro golpe. Un nuevo quiebre. No me muevo de acá. Todos siguen en pie
Que preocuparse no basta. Que estudiar únicamente no basta. Que es necesario despertar. Que enojarme no basta. Que gritar no basta. Que accionar está bien. Que aislarse esta mal. Que reconocerme en otros está bien. Que jugar a la par con la indiferencia está mal. Que somos protagonistas de la historia. Que es necesario reescribir esta historia.


Un último golpe. El quiebre final. La belleza brotando de nuestra piel. La vitalidad en nuestra acción.

Olivia Duatra

TRES

Un grito. Humo mezclándose entre nosotros. Un lado, otro lado. Dos lados. Frente a mí, la impunidad concentrada en un envase de carne y hueso. Puedo ver su rostro. Es hora que nos volvamos verdad. Una piedra, dos piedras. Un golpe seco. El suelo.  Un pitido. Silencio {No le di de comer a la perra. El disco de zeppelín que le preste a Pablo. Los finales de Rayuela que nunca llegue a leer. La factura de gas que me olvide de pagar. Olvidarme nuevamente del cumpleaños de Fabián. La nota de Pensamiento que no pase a firmar. El arroz pegoteado de ayer que tire a la basura. Las llaves que por tercera vez en este mes me olvide al salir de casa. El cumpleaños del viejo el mes que viene. Esa canción de Callejeros que no puedo sacar de mi cabeza. El partido River que pasan por codifi } Un movimiento que le continua a un tirón del brazo. Una sensación de quemadura a la altura del pecho. El repique de las zapatillas sobre el asfalto {Como gotas de lluvia. Hace días que no llueve. Me toca regar las plantas}  Mis piernas colgando, mis zapatillas que ya no pisan y acarician apenas el suelo. Una puerta de metal que da un golpe, otro golpe. {El último silencio} Una ambulancia que transporta un cuerpo y deja cargado ese asfalto. Una ambulancia que transporta  un cuerpo y que atiza la belleza de quienes persisten. Que mantiene firmes aquellas zapatillas que cansadas de repicar, se hunden en el asfalto.
                                                                                                                                        Olivia Duatra

CUATRO

Sonó el celular y atendí distraídamente. Me abrumó el desorden de las palabras, no entendía, era una de esas cosas que no pueden modularse, que no pueden pronunciarse. Hubiese preferido no llegar a traducir aquel sollozo del otro lado. Pero así era, así es nuestra historia. O así está, y así no puede estar más.
Fue la vida en un péndulo y sentir eso punzante que se clava en el estómago.
Es como tener hambre, se te retuerce todo por dentro pero no llega a ser dolor. Es más bien como sentir que el cuerpo acompaña el zigzagueo de las ideas, que van de un lado a otro, rápidas y furiosas, asesinamente impulsivas.
El mate amargo o la línea de seguridad. Nos hacíamos acompañándonos, mientras se traslucían los proyectos hermanados en las sonrisas del andar par a par. Y lo extraño.
Pero aún lo veo, lo veo en los abrazos cansados, en esos que denotan el reconocimiento en el otro.
Lo veo en lo que a ellos les falta, en lo que ellos no hacen, ni entienden, ni van a entender. En lo que ellos no son.
En segundos fugaces me cuestiono si es necesario, si la bala impune de unos hijos de puta no demuestra una batalla inabarcable. Pero lo construido y lo que está siendo se realza ante su destrucción desorganizada. Y el amor y el odio se vuelven amantes, y es ahí donde todavía puedo verte.



Roberta Alba

Algo acerca de Nosotros




Ya hemos declarado nuestros principios, si algún curioso o interesado desea saberlos no hace falta más que revisar en este mismo blog. Lo que hoy deseamos (y creemos necesario) es aclarar un poco más quienes somos y que hacemos. 
Nosotros somos un grupo de escritores, músicos, pintores, actores, artistas, en definitiva, que buscamos expresar nuestras inquietudes, nuestras pasiones, nuestros deseos.Buscamos quebrar con la brecha que existe entre lo expresivo y lo pensativo. Buscamos generar en base a las palabras, a las pinceladas, a los acordes puentes entre la reflexión y la acción. Entre el pensar y el hacer.
Buscamos también, tomar las herramientas que poseemos, exprimirlas, machacarlas. Hacer que estallen en miles de pedazos. Rehacerlas en el proceso creativo para así rehacernos a nosotros mismos. Dejarnos alterar para así alterar a los que nos rodea. 
Generar, así, nuevas formas de arte, alejada de aquellas formas estáticas y vacías producidas por,y para, el mercado capitalista. Formas de arte que formen parte de la lucha para la puesta en práctica de un forma de vida, más humana, donde el hombre sea la medida de todas las cosas. 
Por esto es que no trabajamos aislados, sino que integramos, como una comisión más, el Movimiento Cultural Hagamos Lo Imposible tratando de contribuir con nuestro mínimo aporte un granito más de arena que conduzca a la transformación de la sociedad.


Acción Artística
Movimiento Cultural Hagamos Lo Imposible

El Laboratorio del Experimentación Artística abre sus puertas


EL LABORATORIO DE EXPERIMENTACIÓN ARTÍSTICA 
                         TODOS LOS SÁBADOS A LAS 16 HS.


                                                 ¿QUÉ ES?


Es un espacio abierto del Centro Cultural Raymundo Gleyzer para que todos aquellos interesados  en el arte que buscan desarrollar la producción y práctica artística. Asimismo, el laboratorio busca el cruce e intercambio de experiencias y saberes que permitan enriquecer tanto el trabajo individual como el colectivo.


                                                ¿POR QUÉ LO HACEMOS?


Son pocos los espacios abiertos y gratuitos que estimulan, permiten y potencian la expresividad, la creatividad y la producción artística. Por eso, frente a esta necesidad el Laboratorio se ofrece como una sala de ensayo, un taller plástico, un estudio,  para todos aquellos que deseen comunicar, explotar, encauzar la práctica y el desarrollo artístico. 


¿CUÁNDO? Todos los sábados a las 16 hs.

¿DÓNDE? Centro Cultural Raymundo Gleyzer - Sarmiento 836 e/ Olavarria y 25 de Mayo, Quilmes


CONTACTOS: Cel: 15-3875-1839 (Nani) / E-mail: laboratorioartisticoccrg@gmail.com

Nosotros desde la comisión de Acción Artística del Movimiento Cultural Hagamos Lo Imposible vamos a estar participando, así que ¡ LOS ESPERAMOS!